Santa Brígida, turismo con más de un siglo de historia

Hotel de lujo en Santa Brígida

Santa Brígida tiene más de un siglo de relación con el turismo internacional, ya que en este municipio se construyó un hotel en donde acudían turistas ingleses que llegaban en barco.

Primera ruta turística de la isla de Gran Canaria

Santa Brígida acogió a los primeros turistas que llegaban a las Islas Canarias, creando "La vuelta al mundo" que combinaba paisaje del vino, flora, etnografía y volcanes.

Excursiones a paisajes volcánicos

Desde hace más de un siglo nuestros únicos paisajes volcánicos han sido visitados por el turismo internacional debido a su inigualable singularidad y belleza natural.

Pioneros en atención al turista extranjero

En Santa Brígida Hotel se ofrecieron los primeros servicios turísticos en las Islas de Gran Canaria. Los turistas podían disfrutar de agradables días de descanso disfrutando del clima.

Habitaciones turísticas

En Santa Brígida existen habitaciones turísticas desde hace más de un siglo. Un municipio pionero en el desarrollo de la principal actividad económica de las Islas Canarias.

Promoción del comercio

Desde hace más de un siglo el municipio ha sabido promover el comercio local a través del turismo. Ya antaño la artesanía local se comercializaba entre los primeros turistas.

Santa Brígida, el municipio canario con más de un siglo de historia turística.

En la zona centro oriental de Gran Canaria, en la ruta que une Las Palmas con Telde, se encuentra la hermosa localidad de Santa Brígida, fundada a raíz de la conquista de la isla a finales del S.XV y a principio del S.XVI, edificada al borde de un barranco, con abundante arbolado que produce ricas frutas y rodeada de pendientes en las que crecen innumerables palmeras, lo cual explica su antiguo nombre: «Sataute», pequeño palmeral.

Santa Brígida fue en el pasado un importante centro colonial, época de la cual subsisten todavía los vestigios de algunas haciendas, con sus bodegas y lagares, donde casi todos los topónimos hacen alusión a su pasado de grandes extensiones de plantas autóctonas: Dragonal, Lentiscos, Madroñal, Pino Santo...

En la actualidad es uno de los principales núcleos agrícolas del interior de la isla, en especial por su producción de frutas y hortalizas. Desde la plaza de la iglesia del lugar se contempla el impresionante paisaje de la Vega, zona feraz y rica en agua. En el templo se conserva una magnífica talla que representa un Cristo, obra del imaginero canario José Luján Pérez, que sorprende por su cuidado realismo.

Muy cerca de su núcleo urbano se halla el barrio de la Atalaya, antiguo lugar de vigilancia y defensa y antiguo poblado de cuevas y alfareros, con sus casas excavadas habitadas, donde podemos visitar una de ellas, que ha sido convertida en museo en memoria del alfarero más conocido por el empleo de técnicas ancestrales, Panchito.

Desde mediados del siglo XIX, en que comienza la actividad turística organizada en Canarias de mano de los británicos, El Monte Lentiscal pasó a formar parte, junto a Las Palmas de Gran Canaria, de los paisajes turísticos por antonomasia de las Islas. En este hecho influyó, sin duda, su clima, la proximidad a la ciudad de Las Palmas, la estética de su armónico paisaje rural y, sobre todo, la espectacularidad de la Caldera de Bandama y el “primitivismo” troglodita de los habitantes del Pago de La Atalaya.

Primeros folletos turísticos

El Hotel de lujo Monte Gran Canaria de Santa Brígida emitió a principios de siglo, con formato de postales, lo que serían los primeros documentos impresos con carácter turístico al ilustrar los menús del hotel con fotografías de sus instalaciones.
  • Tarjeta impresa ilustrando una Terraza en donde se escribían los menús del Hotel Santa Brígida - Año 1902.
  • Tarjeta impresa ilustrando el Hall en donde se escribían los menús del Hotel Santa Brígida - Año 1906.

Una intensa actividad turística en Santa Brígida a finales del siglo XIX.

Varios científicos decimonónicos, entre los que destacan el geólogo Leopoldo von Buch, los naturalistas Sabin Berthelot y Philip-Barker Webb, el antropólogo René Verneau, y viajeros, como Herman Christ, Olivia Stone, Richard F. Burton o Charles Edwardes dieron a conocer y difundieron los valores de El Monte por toda Europa y contribuyeron a la promoción de este espacio como destino turístico de calidad. De este modo, antes de finalizar el siglo XIX El Monte contaba ya con dos hoteles de lujo, el Quiney´s Bella Vista Hotel y el Santa Brígida Hotel, y otras instalaciones más modestas como las pensiones de Los Frailes y Victoria, o la Fonda de Santa Brígida. Alrededor de estas instalaciones turísticas se organizaban paseos a caballo y excursiones que conducían a los turistas hacia San Mateo, Telde o Teror, aunque sin duda, la excursión más relevante era la que incluía la visita a las bodegas de El Monte, al Pago de La Atalaya y a la Caldera de Bandama, y que también se ofertaba tanto a los turistas residentes en los hoteles de la ciudad como a los que hacían una estancia de horas o días rumbo a destinos más lejanos. Pero esta intensa y lucrativa actividad turística se interrumpió bruscamente con el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914.
Otra infraestructura que vino a completar la oferta turística de Santa Brígida en este momento fue el campo de golf, el primitivo Las Palmas Golf Club, el campo más antiguo de España creado por un grupo de británicos en 1891 en El Lomo del Polvo, actualmente Schamann, que se trasladó al llano de Bandama. La iniciativa partió del grancanario Juan Domínguez Guedes y del diseñador de campos de golf británico Mackenzie Ross que promovieron el proyecto de reubicación del club, que culminó en 1957, y que pasó a denominarse desde entonces Real Club de Golf de Las Palmas.
Santa Brígida, que contaba con una larga tradición turística, se adaptó a esta nueva situación mediante el diseño de una excursión que se denominó “La vuelta al mundo” que incluía, como atracciones especiales, la visita al Pago de La Atalaya, la contemplación de las vistas panorámicas desde el nuevo mirador del Pico de Bandama y la visita a las bodegas de El Monte. Fue la época del “choni”, término local aplicado genéricamente a los turistas británicos que deriva del nombre propio Johni.

Galería de fotos históricas de Santa Brígida

Boys scouts

La Caldera de Bandama

Artesanas barro

Horno de barro

Barrio de La Atalaya

Casas junto a Bandama

Artesanas en casa cueva

Horno en La Atalaya

Campesinos

Artesanos junto al horno

Artesanos en La Atalaya

El Monte

Acceso a Santa Brígida

Calle en Santa Brígida

Casa antigua

Hermoso castañero

Cuevas en La Atalaya

Hotel Santa Brígida

Acceso a Santa Brígida

Palmeras y agua

Arquitectura típica

Vecinos de La Atalaya

Vista panorámica

La Atalaya

Vecinos de La Atalaya

Habitación cueva

Calles en Santa Brígida

Entrada a casa cueva

Turistas a caballo

Turistas en terraza hotel

Casa noble

Turistas y vecinos

Terraza casa noble

Turistas en paisaje volcánico

Fiestas en calle Mayor

Vivienda campestre en Atalaya

Santa Brígida