De excursión por los senderos de Santa Brígida

Santa Brígida, un paraíso para realizar actividades en contacto con la naturaleza

Sendero 1. La Magia del Agua

Sin agua la vida en la tierra no existiría. En Canarias, desde la época prehispánica hasta la actualidad, nos la hemos ingeniado utilizando las más variadas estrategias, arquitecturas e ingenierías para optimizar un recurso tan necesario como el agua. Lo hemos hecho en un medio natural, con tecnología propia, importada o adaptada, y con unos conocimientos adquiridos de generación en generación. Por esta razón estas estructuras son hoy en día un estimado tesoro de nuestro rico patrimonio hidráulico y etnográfico.

Esta ruta comienza en el edificio de la Heredad de Agua "Satautejo y la Higuera", un edificio construido en 1913 en donde los propietarios determinaban el reparto de aguas. Debes saber que el reloj de la fachada marcaba el turno de riegos y por lo tanto el ritmo de las actividades agrícolas de Santa Brígida.

El sendero también discurre por el Barranco de Santa Brígida, en el que te sorprenderá un curioso medidor de agua, un elevador de hormigón y una regleta de nivel que indica el caudal del agua, su altura y velocidad cuando el barranco lleva agua.

Pasearás también por el Barranco de Alonso y por el Barranco de la Angostura, y descubrirás el túnel - canal, propiedad de la Comunidad de Regantes El Pintor. Una impresionante obra de ingeniería hidráulica excavada en roca de tres kilómetros de longitud que recorre el camino que separa el barrio de Las Meleguinas de la Presa El Pintor, en el barrio de San Lorenzo.

Finalizando la ruta llegarás a la Presa de Satautejo. Te resultará curioso saber que con el agua qeu puede contener podrías ducharte cada día durante 2.826 años! El último paraje de esta visita es el Mirador de la Villa, en donde contemplarás la cuenca del Barranco Guiniguada del que se cree que marcaba la línea que separaba Agáldar y Telde, los dos guanartematos (reinados aborígenes) que existían en Gran Canaria justo antes de la conquista castellana. En su desembocadura se produjo la conquista castellana con la expedición comandada por Juan Rejón, el cual fundó el Real de Las Palmas.

(texto extraído de Senderos para Escolares, Villa de Santa Brígida Paraíso Rural)

¡A ver si durante el paseo encuentras los medidores de agua!

Sendero 2. La Leyenda del Drago Centenario

Cuenta la leyenda que Las Hespérides eran las ninfas del ocaso e hijas de la noche que cuidaban un jardín donde estaba el huerto de Hera. En este huerto había un solo manzano del que florecían unas manzanas doradas que daban la inmortalidad a aquel que las comiese. El manzano estaba vigilado por un Dragón llamado Ladón, que tenía por misión custodiar las manzanas doradas.

Un buen día a Hércules, el héroe más grande de la antigüedad, se le encomienda la tarea de robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides y para ello engaña a su amigo Atlas para que las robe en su lugar. Atlas acepta el encargo y se dirige al Jardín. Ladón, el Dragón, le permite el paso y éste, sin pensarlo, acaba con la vida del Dragón y roba las manzanas.

Dice la leyenda que Ladón, el dragón guardián muerto por Atlas, sigue vivo en sus hijos los árboles, llamados dragos. La sangre que manaba de las heridas mortales del dragón cayó sobre el Jardín de las Hespérides, y de cada gota creció un drago. Estos árboles tienen un tronco muy grueso del cual surge un racimo de ramas retorcidas que parecen las cien cabezas de Ladón, y ramas espesas cuyas hojas simulan afiladas espadas. Es el único árbol del mundo cuya savia es de color rojo y no blanco, conocida como "sangre de drago". Por ello no es de extrañar que fuese considerado por los antiguos habitantes de las Canarias como un árbol divino.

El Drago Centenario de Pino Santo tiene unos 225-235 años y una altura de unos 16,80 metros, comparable a un edificio de 5 plantas. Su enorme tronco brota directamente de las rocas. Podrás tener la oportunidad en este sendero de observar uno de los dragos más bellos de Canarias.

Este sendero ofrece unas magníficas vistas sobre la verde Finca de La Marquesa, penetrarás en un exuberante paisaje que te llevará a uno de los rincones más bellos y ricos en biodiversidad de Santa Brígida, y podrás observar una especie protegida, el barbusano, un árbol endémico dedicado a Apolo, el dios griego de la belleza y la poesía. (texto extraído de Senderos para Escolares, Villa de Santa Brígida Paraíso Rural)

¿Qué te ha parecido el Drago?

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